domingo, 4 de julio de 2010

IMPARCIALIDAD


Leyendo el "Tao Te Ching" (El Libro del Tao), me he detenido en un fragmento
que curiosamente parece escrito para quien se dedique a la Mediación
(sea a través de la Psicopedagogía, abogacía,...) tanto de familias como de cualquier otra relación entre personas donde pueda darse algún tipo de conflictos. Escrito hace más de dos mil quinientos años sigue teniendo la misma fuerza. No sólo aplicable entre personas adultas. Como indicábamos en la entrada del "papel" de madre y padre, hay quienes utilizamos unas preguntas para "interrogar-nos" sobre nuestra actitud ante nuestras criaturas. Lao-Tse nos ofrece algunas más.
Un texto tan profundo como el que aparece a continuación, ¿puede servirnos para intervenir ante las dificultades cotidianas de relación entre nuestras criaturas y familiares en general?

¿Puedes mediar entre asuntos emocionales sin tomar partido ni escoger una parte favorita?
¿Puedes respirar libremente y mantener la relajación, aun en presencia de temores y deseos?
¿Has aclarado tus propios conflictos? ¿Has limpiado tu propia casa?
¿Puedes ser amable con todos los bandos y dirigir al grupo sin dominarlo?
¿Puedes permanecer en actitud abierta y receptiva ante cualquier tema que surja?
¿Puedes mantener tu paz cuando has hallado la solución y el resto aún lucha por descubrirla?
Aprende a mandar como quien da un alimento.
Aprende a mandar sin posesividad.
Aprende a ayudar sin que se note.
Aprende a mandar sin sujetar (reprimir).
Todo esto lo puedes hacer si permaneces imparcial, con lucidez y con los pies en la tierra.
(Lao-Tse)

Casi nada.





viernes, 2 de julio de 2010

AGRADEZCO UNA VEZ MÁS... Y ME GUSTA

Otra vez vuelve a suceder. Los problemas tecnológicos me tenían totalmente bloqueado. Y el otro día se nos pasó por la cabeza: "¿no es Jon un erudito, un fuera de serie, un Einstein de la informática?". Había que recurrir a él. Y en una de esas comidas espectaculares que nos ofrecen nuestras amistades cuando sufren una metamorfosis al estilo de LA PATRULLA X convirtiéndose en un equipo gastronómico cinco estrellas capitaneado por maese Juan con Jon , Virgi y Conchi, cerramos el trato. Os invitamos a comer y nos arreglas el estropicio. Vale, trato hecho.
Al turrón. Comemos. Recuerdo lo que el día del trato sentenció nuestro erudito particular:
"No me preguntes: ¿lo puedes arreglar? Dime qué quieres que te arregle".
Potente, ¿verdad?
Bueno, pues en este caso, la expresioncita no tenía nada de exagerada. Pim-pam, pim-pam, cuatro golpetazos a las teclas y por arte de birli-birloque iban sucediéndose las ventanas, descubriendo pasadizos secretos que ¡zas! de repente mostraron como salida de una bola de cristal la añorada y hasta entonces perdida información. Y aún le quedaron ganas para hacer un retoquecito por aquí, otro por allá,... vamos, que al final tuve que separarle del ordenador a rastras.

"Déjate ayudar, Luis, déjate servir", me dice a veces.
Pues ya ves que me dejo, Jon, y ya ves que me encanta agradecerlo, agradecértelo.
Eskerrik asko.
Un abrazo