viernes, 22 de agosto de 2008

INTELIGENCIA PARA ESCUCHAR MEJOR


Tony de Mello pensaba que el diálogo es el alma de toda relación. Que daríamos un gran paso si habláramos menos y escucháramos más. Si no nos empeñáramos en querer saber de qué está hablando alguien y qué es lo que desea, antes de que lo diga. Y nos lo muestra con un ejemplo:


Un muchacho de catorce años dijo durante la cena que le habían escogido para explicar la lección delante de la clase al día siguiente. Su padre, que era un experto en métodos de instrucción militar, aprovechó la ocasión para hacer que su hijo se beneficiara de su propia preparación y experiencia.
"Te diré cómo procedemos en el ejército, hijo", empezó diciendo. "Ante todo, escogemos los objetivos en función de la acción, la situación y el nivel de realización. Ahora bien, has de decidir de antemano qué ACCIÓN pretendes que realice el alumnado, en qué SITUACIÓN quieres que la realice y, finalmente, con qué PERFECCIÓN deseas que la realice. Recuerda siempre que toda educación debe estar orientada a la realización, realización y realización."
El muchacho no parecía estar muy impresionado. Lo único que dijo fue: "No funcionará, papá".
"¡Por supuesto que sí! ¡Siempre funciona! ¿Por qué no va a funcionar?"
"Porque tengo que dar una clase sobre sexualidad", dijo el muchacho.

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