jueves, 17 de abril de 2008

¿MALCRIAR O CRIAR CON CARIÑO?



Tras años de estudio y observaciones, si alguna conclusión podemos sacar es que "las personas que fueron tratadas con cariño en su infancia son más pacíficas, más amables, más comprensivas y también más sanas y más felices".
¿Qué significa tratar con cariño?
Seguramente si hacemos esta pregunta a la gente, se repetirán con frecuencia ideas como atender a quien pide nuestra atención, tratar con respeto, escuchar cuando se nos habla, consolar a quien llora,abrazar, besar, acariciar, acudir lo antes posible cuando nos llaman, y todo ello por supuesto con un tono de voz dulce y suave que transmita sensación de seguridad y tranquilidad.
Una segunda pregunta: ¿Nos gustaría que nos trataran siempre con cariño?
No vamos a negar que el ser humano es una especie muy particular y que en esto como en todo podemos encontrar respuestas variopintas. Aún así, la respuesta más repetida será que sí. Eso a pesar de ser conscientes de lo utópico del planteamiento, de la vertiginosa realidad en la que vivimos y de la escasez de tiempo que nuestro ajetreo diario nos impone.
En general, nos parece que lo bueno, lo que nos produce sosiego, paz, buenas sensaciones, es que nos traten con cariño.
Sin embargo...¡Cuánto nos cuesta comportarnos así, es decir, que mostremos cariño de forma natural!
Es como si esa terrible consigna que todavía hoy se repite en muchos lugares hubiera tenido el efecto que se deseaba lograr cuando en nuestra niñez alguien decía a nuestra madres y a nuestros padres: no le des tantos mimos que le vas a malcriar.
"Malcriar"...
Y al decir esto se referían a no cogernos y abrazarnos cuando llorábamos, a no acudir siempre que les llamáramos, a dejarnos llorar hasta reventar, a no acompañarnos mucho rato en nuestros juegos, a no permitirnos comer lo que nos gustaba, a no "contemplarnos".
Sí, desde tiempos inmemoriales la consigan ha sido:
"No..... que aprenden y se malcrían".
Y parece que con mucha gente surgió efecto. Porque efectivamente consiguieron que no aprendiéramos... a ser personas cariñosas.
Como dice Carlos González ("Bésame mucho"):
"Malcriar" significa "criar mal"; es decir, con poco cariño, pocos brazos, poco respeto, pocos mimos. Es imposible malcriar a una criatura por hacerle mucho caso, cogerle mucho en brazos, consolarle mucho cuando llora o jugar mucho con ella..."
Al igual que él, pensamos que por el contrario, debemos hacer todo el caso que podamos a nuestras hijas y a nuestros hijos, en la convición de que nunca será demasiado ni les causará un "trauma psicológico" sonreirles demasiado. Y que cuando lloran o reclaman nuestra atención con "comportamientos inadecuados", no lo hacen por maldad o capricho.
Incluso en esos momentos en que nuestras obligaciones nos atosigan y nos cuesta darles esa parte de tiempo que nos falta,, una sonrisa, una caricia, una palabra llena de afecto puede ayudarles a tranquilizarse. Y es que "siempre será mejor que seguir el tan manoseado consejo de: No permitas que te tome el pelo; déjalo que llore hasta que se canse" (C.Gonzalez)

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