martes, 13 de enero de 2009

FAMILIA:ESCENARIO Y REFUGIO (III)


Vivir en un clima de RESPETO significará en los primeros años, actuar con PREVISIÓN. Esto supone saber que nuestras criaturas no experimentan ni el tiempo ni el espacio, ni muchas otras cosas, como las experimentamos las personas con más años de vida. Saber que nuestra percepción de lo que son cinco minutos, no es la misma que la de niñas y niños de dos, tres, cuatro, cinco,... años y que por lo tanto su forma de actuar tampoco será la misma. Para una niña de cinco años que en ese momento está "trabajando de domadora" en sus juegos, rodeada de feroces leones, tiene poco sentido que sin más los deje, (sin terminar la actuación, hacerles volver a sus jaulas y recibir la ovación), porque a una persona "mayor" se le ocurre decirle:"-¡A comer...ya!". Teniendo un poco de previsión (de respeto) podemos ir avisándole que pronto llegará la hora de comer para que vaya terminando poco a poco y se prepare para hacer algo que también las domadoras hacen: comer. De esta manera nos evitaremos muchos reproches y enfados innecesarios que lo único que logran es enturbiar unas relaciones que de la otra manera podrían ser estupendas.
Y lo mismo sucederá si tenemos en cuenta detalles tan básicos como que en los primeros años nos gusta comenzar y acabar la actividad, con lo que tener que dejar algo de buenas a primeras porque a la persona "mayor" se le ocurra, requiere de mucho esfuerzo y mucha generosidad y respeto por parte de esas criaturas. En muchas ocasiones les toca realizar ese esfuerzo; sin embargo son tachadas constantemente de vagas, egoistas e irrespetuosas en lugar de reconocerles ese esfuerzo y agradecerles que ayuden a que la familia esté a gusto ("Ya sé que estabas jugando muy a gusto y que habrías seguido un rato más. Sé que es difícil dejarlo y que te ha costado. Por eso te lo agradezco de forma especial. Como has venido antes, hemos podido terminar y tener tiempo para no llegar tarde a...."). Tener previsión, reconocer y agradecer su esfuerzo no es signo de debilidad, no. Es, enseñar con el ejemplo. Poco a poco, nuestras criaturas irán experimentando lo que es ser previsoras (sin darse cuenta, sin sermones) mientras se sienten reconocidas. Y escuchando cómo se les agradece, irán aprendiendo a agradecer.

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